Brasil sacó todas las marchas que se había guardado en la fase de grupos para dar un recital ante Corea. La cinco veces campeona del mundo bailó como quiso al aguerrido equipo asiático, quien había conseguido la clasificación por méritos propios in extremis tras arrebatarle el puesto a Uruguay. La canarinha arrasó con cuatro goles en la primera mitad sacando a relucir una versión que mete miedo a todo el mundo.

Puede que fuese el mensaje de Pelé desde el hospital, la reaparición de Neymar o que la afición tiñó de amarillo el estadio 974 en su última ocasión celebrando un partido en Doha, el hecho fue que Brasil jugó enchufadísima desde el primer momento demostrando un hambre inusitada.

Así las cosas, Vinicius fue el primero en abrir la cuenta tras una grandísima jugada individual de Raphinha. El madridista se estrenaba en el Mundial con un tanto donde demostró que define como los mejores. Poco después, Richarlison sacaba un penalti de pillo para unir a Neymar a la fiesta con un tanto desde los 11 metros. Era el minuto 12 y la eliminatoria estaba ya resuelta.

Al sambódromo planteado por Brasil se unieron Paqueta y Richarlison con sendos tantos en los que Vinicius fue el generador gracias a su velocidad. Al madridista se le vio suelto como en pocas ocasiones siendo una pesadilla para la defensa asiática, que no podía equiparar ni por asomo su velocidad mientras Neymar le impulsaba como a un galgo.

Brasil se relajó por completo en la segunda mitad dando incluso entrada al prejubilado Dani Alves para que sumase minutos en la cita. Corea anotó en el minuto 77 el gol del honor por medio de Seung-Ho haciendo que la eliminación no fuese tan amarga tras haber sido arrasados en la primera parte por el máximo favorito al Mundial.

Así jugó Brasil

Tite apostó por su Clásico 4-2-4 con Neymar jugando con total libertad de movimientos en el campo. Sus extremos Vinicius y Raphinha fueron una pesadilla para una defensa coreana que no podía equiparar su velocidad y su habilidad. Brasil demostró que tiene mucha dinamita arriba, pero que también puede pasarlo mal si le presionan muy alto.

Así jugó Corea

Los asiáticos recurrieron al clásico 4-4-2 para intentar jugar muy juntas todas sus líneas. Tuvieron algunas ocasiones que permitieron lucirse a un Allison que se encuentra en un momento pletórico de forma. Son, su jugador más conocido, no tuvo su día más clarividente de cara a portería y lo pagaron con una goleada.

MVP: Vinicius Jr

El madridista completó el partido que muchos llevaban esperando desde antes del Mundial. Estuvo en todas las salsas del partido terminando con goles y asistencias en su cuenta. Neymar le comprendió mejor que nadie para sacar lo mejor de su rendimiento. Por cierto, ningún coreano se peleó con él pese a todos los regates que completó. En España no hubiese pasado lo mismo ni por asomo.